Mots for Freaks | Es por tu bien… físico más no mental.@melina
Sábado por la noche, tengo ánimos de salir corriendo de mi casa, sería perfecto, ya tengo planeada la noche: fiesta en casa de una chica que nunca he visto pero todos irán, cigarrillos y alcohol en el ambiente mientras yo sólo observo, y luego caminar por la avenida más hermosa antes del amanecer.
Si, sería perfecto. Estoy dispuesta a salir, solo me falta encontrar las llaves, busco y busco por toda mi habitación y solo encuentro cosas que pensé jamás volver a ver en mi vida y casualmente aparecen cuando ya no las deseo. Como sea, al ver la hora decido tomar prestadas las llaves de mi padre, no creo que lo note mientras duerme. Pero al entrar en la habitación de mis padres encontré a mi madre sentada con mis llaves en sus manos, su mirada triste, su voz calmada al momento que me decía “vete a dormir, no saldrás hoy. Es por tu bien… apaga la luz.”
Es por tu bien.
Tu bien físico, más no mental, y puede llegar a ser molesto. ¿Se imaginan como sería decir: “Enloqueció porque sus padres se preocupaban mucho por su bien.”? No estaría muy lejos de la realidad, de nuestra realidad como adolescentes que viven con sus padres, y aún dependen de ellos. Sería terriblemente irónico: tus padres te procuraban el bien físico, aún a costa de tu bien mental.
Nuestro bien mental a esta edad es frágil, nos preocupan cosas tan vanales como la ropa que usaremos en tal o cual fiesta o en que el chico más bello de la escuela nos mire al menos, pero ponemos en otro plano las cosas que en teoría deberían preocuparnos, como nuestra situación escolar o con la familia.
Somos frágiles, nuestra salud mental pende de un hilo… de acuerdo no, pero ¡deseamos tantas cosas! Es el deseo insaciable de conocer mundo lo que perturba a los padres, y se supone que por eso nos detienen diciendo que es por nuestro bien físico, pues eso es lo que ven los vecinos, lo que ven en las fotografías familiares… Somos maestros del engaño.
Si los padres se preocupan por el bien físico y nosotros debemos procurarnos nuestro propio bien mental, pues lo que nos queda es mantenernos entre la locura y la cordura mientras todos nuestros huesos están intactos y nuestros dientes completos y blancos.
miércoles, 6 de enero de 2010
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